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 La miel está disponible en una variedad de colores y sabores, incluyendo blanca, marrón, ámbar, roja y casi negra. El sabor de la miel depende del tipo de flor que se utiliza. La acacia, la alfalfa, el trébol y la flor del brezo son las flores más comunes de las que deriva la miel.

Aunque la miel tiene muchos usos, el más común es como edulcorante. Sin embargo, la miel tiene muchas propiedades medicinales y se ha utilizado desde tiempos antiguos como cura para una gran variedad de enfermedades. Los beneficios para la salud de la miel incluyen su uso como antibacteriano, antiinflamatorio y fungicida.

Para lograr un mejor entendimiento de los poderes curativos de la miel, debemos tener cierto conocimiento sobre los componentes que contiene la miel sin procesar. La miel sin procesar tiene una cantidad de fitonutrientes que, desafortunadamente, son eliminados durante el procesado. Uno de los componentes presentes en la miel sin procesar son los propóleos o “pegamento de abeja”. Las abejas utilizan esta compleja mezcla de resinas para sellar su colmena, formando una barrera contra las bacterias y otros microorganismos. Los propóleos son uno de los fitonutrientes que dan a la miel sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas. Otros fitonutrientes que se encuentran en la miel pueden poseer propiedades antitumorales y anticancerígenas.

La miel es un alimento excelente para los niños, especialmente cuando están enfermos. Los niños, debido a sus sistemas inmunológicos inmaduros, son propensos a desarrollar toses, resfriados y otras enfermedades. La miel se ha mostrado muy efectiva para proporcionar alivio sintomático de la tos, permitiendo que el niño duerma mejor durante la noche. De hecho, algunos estudios sugieren que la miel puede ser tan efectiva, si no más, en proporcionar alivio sintomático de la tos nocturna como el dextrometorfano. Esto es sin duda una buena noticia para los padres de niños pequeños, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, siglas en inglés) recomienda que los niños menores de seis años no tomen medicamentos sin receta para la tos y el resfriado. Como advertencia – La Academia de Pediatras Americanos (AAP, siglas en inglés) recomienda que los niños menores de 1 año no tomen miel, por lo que debería consultar con su médico antes de probar la miel como cura para la tos.

La miel puede utilizarse para una serie de remedios caseros. La miel y agua templada forman una mezcla muy suavizadora al beberla, y se puede utilizar para proporcionar alivio del dolor de garganta y para infecciones de las vías respiratorias superiores. Esto se debe a que la miel posee unas excelentes propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.

Estas propiedades de la miel la convierten en un agente terapéutico excelente para el tratamiento de úlceras, heridas y quemaduras. La miel se puede aplicar de forma tópica a quemaduras y heridas para acelerar el proceso de curación. Las propiedades antibacterianas de la miel evitan que las heridas y las quemaduras se infecten mientras que sus propiedades antiinflamatorias ayudan a acelerar el proceso de curación. Las úlceras orales también responden bien al aplicar miel.

Otro remedio casero útil consiste en utilizar la miel para el malestar estomacal y las infecciones gástricas. La miel posee grandes cantidades de bacterias beneficiosas como los lactobacilos y las bífidobacterias. Comer miel tras tomar un plan de antibióticos ayudará a restaurar el equilibrio de bacterias beneficiosas de los intestinos.

Otro punto en el que la miel ofrece grandes promesas es en el control de los niveles de azúcar en sangre. Las pruebas obtenidas de estudios experimentales sugieren que la miel puede mejorar la sensibilidad a la insulina de pacientes con diabetes. Esto la convierte en un edulcorante mucho más efectivo que la sacarosa y otros edulcorantes artificiales. Además, los antioxidantes de la miel ayudan a proteger el cuerpo, especialmente el sistema cardiovascular, de los efectos dañinos de los radicales libres. Estas dos propiedades convierten a la miel en un agente terapéutico excelente para los diabéticos que también son propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares. El hecho de que la miel también puede tener un efecto beneficioso en los niveles de colesterol es asimismo de interés para los diabéticos y los pacientes cardíacos.

Referencias

1. A.J Tonks, R.A Cooper, K.P Jones, S Blair, J Parton, A Tonks, Honey stimulates inflammatory cytokine production from monocytes, Cytokine, Volumen 21, Número 5, 7 Marzo 2003, Páginas 242-247, ISSN 1043-4666, 10.1016/S1043-4666(03)00092-9.(http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1043466603000929)
2. Molan, P. C. (1992). The antibacterial activity of honey: 1. The nature of the antibacterial activity. Bee World, 73(1), 5-28

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