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 Un hematoma es una afección caracterizada por la acumulación de sangre en algún lugar del cuerpo. El hematoma más común se conoce como hematoma subdural, que se da cuando la sangre comienza a acumularse en la superficie del cerebro. Normalmente son resultado de heridas graves en la cabeza. La aparición repentina de hematomas se conoce como hematoma agudo, mientras que los hematomas crónicos son aquellos en los que la sangre se acumula en la superficie del cerebro de forma lenta pero constante. En los hematomas agudos, la hemorragia llena la cabeza muy rápido, incrementando la presión intercraneal y causando otras complicaciones varias. También podría comenzar a comprimir el tejido cerebral y causar daños cerebrales si no se trata de forma inmediata. Los hematomas agudos pueden causar la muerte.

¿Qué Causa los Hematomas?

Los hematomas ocurren cuando las pequeñas venas del cuerpo se ensanchan o se rompen y la sangre comienza a filtrarse. Esta sangre se acumula en zonas específicas. En el caso de personas mayores, las venas pueden comenzar a ensancharse y romperse sin heridas superficiales. En personas mayores, la atrofia cerebral es una de las causas más comunes de hematomas subdurales. Algunas personas podrían experimentar también hematomas espontáneos, que no pueden asociarse a ninguna causa específica. Algunos de los factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar hematomas incluyen caídas recurrentes, ocupaciones o estilos de vida que conllevan heridas repetidas, abuso del alcohol a largo plazo, medicamentos como anticoagulantes, y la vejez.

Opciones de Tratamiento

Los hematomas se consideran emergencias médicas que requieren atención médica inmediata y cuidados médicos de emergencia. Una hematoma subdural puede ser fatal si no se trata de forma inmediata, por lo que la cirugía de emergencia es recomendable en la mayoría de casos. El tratamiento implica hacer una pequeña trepanación en el cráneo para permitir que la sangre acumulada drene y aliviar la presión intercraneal. Si hay grandes acumulaciones de sangre o grandes coágulos, puede ser necesaria una cirugía más intensiva. Los médicos pueden también recetar medicamentos para el tratamiento de hematomas, dependiendo de su ubicación y gravedad. Los medicamentos antiinflamatorios pueden utilizarse para reducir y controlar la hinchazón.

Cómo Tratar los Hematomas

A continuación encontrará algunas maneras de tratar los síntomas de hematomas. Sin embargo, se trata de una afección médica grave y no debería sustituir el tratamiento médico con ningún tipo de cuidados caseros.

• Protéjase: Tenga cuidado de no caer o herirse. En la vejez, caer no sólo causa hematomas, también puede causar roturas de huesos difíciles de curar. Además de esto, proteja su piel. Cualquier trauma a su piel como golpes o estirones de piel pueden causar también pellizcos y daños a las venas, que pueden desembocar en hematomas.
• Aplique Presión Directa: Si está sangrando, aplique siempre presión directa para detener la hemorragia. Esto puede ayudar a detener la hemorragia sin dañar más venas o causar acumulaciones de sangre en ninguna zona.
• Evite Reacciones a los Medicamentos: Si experimenta cualquier reacción a los medicamentos, considere hablar con su médico para conseguir una receta diferente para su problema.
• Compresas Calientes y Frías: Los hematomas ocurren cuando la sangre comienza a acumularse fuera de los vasos sanguíneos. Aplicar compresas calientes y frías de forma alternada puede dilatar y contraer los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya de forma normal y cese la acumulación. Es importante alternar compresas calientes con una compresa fría. Simplemente aplique la compresa templada en la zona amoratada durante 5 a 7 minutes, y después alterne con una compresa fría durante 5 a 7 minutos. Repita hasta que la piel cambie de color y el morado empiece a desvanecerse. Esto es ideal para morados en zonas específicas del cuerpo como los labios, codos, rodillas, o cualquier otro músculo. El hielo o el calor nunca deben aplicarse de forma aislada o podría empeorar los síntomas y causar mayores complicaciones.
• Evite Compresiones: No masajee o comprima la zona del cuerpo afectada. Los hematomas causan un incremento de presión en una zona localizada. Mientras la sangre comienza a acumularse bajo la superficie de la piel, causa un incremento de la presión en una zona particular del cuerpo. Masajear esa zona sólo empeorará la situación y agravará los síntomas. Quizá piense que masajear la zona puede mejorar la circulación de la sangre y permita que la sangre acumulada circule, pero normalmente esto no sucede.
• Aplicaciones Tópicas: Si hay inflamación o heridas externas en la piel, lave con un gel antiséptico, aplique una crema corticosteroide de uso tópico para aliviar la inflamación. Las heridas externas deben tratarse cuidadosamente para que no se infecten. También puede utilizar extractos de romero o aceites esenciales de romero en la zona para aliviar la inflamación y prevenir las infecciones. Las aplicaciones tópicas como los tréboles de olor, el árnica o la consuelda también ayudan con el dolor y la inflamación.

Remedios Dietéticos

Otro remedio natural para los hematomas es la dieta. Ciertas comidas tienen propiedades anticoagulantes que pueden mejorar la circulación sanguínea de forma natural y ayudar a tratar los hematomas. Incluya frutas como melocotones, uvas pasas, cerezas, ciruelas, pomelos, ciruelas secas, melones, pasas, limones, naranjas, albaricoques o nectarinas en su dieta ya que pueden diluir la sangre de forma natural.  Evite consumir bayas y vegetales como patatas, pimientos verdes, pepinos, tomates, boniatos y cebollas ya que pueden incrementar los moratones.  Si usted es propenso a los hematomas espontáneos, debería evitar consumir también pipas, pescado, comidas con especias y aceite de germen de trigo.

Consuma alimentos ricos en vitamina C ya que pueden aumentar sus defensas y ayudar a reparar las células dañadas. La falta de vitamina C puede aumentar la aparición de moratones y contusiones, por lo que debería asegurarse que no tiene deficiencia. Si usted es propenso a los moratones y los hematomas, también puede tener en cuenta consumir flavonoides o complementos de flavonoides. Evite los alimentos y medicamentos que diluyen la sangre demasiado y aumentan las probabilidades de hematomas espontáneos y moratones. Las altas dosis de complementos de vitamina E, trébol rojo, valeriana, pimienta roja, hierba de San Juan y el ajo pueden diluir la sangre demasiado, incrementando el riesgo de desarrollar hematomas. A medida que envejece, debería consumir menos de estos alimentos ya que el envejecimiento puede aumentar el riesgo de atrofia y hematomas. Otras hierbas y especias que debería evitar incluyen la cúrcuma, la hierba santa, la equinácea, la melatonina, el regaliz, la ulmaria, el ginseng, la corteza de sauce blanco y el jengibre.

De nuevo, es importante que tenga en cuenta que la mayoría de hematomas son emergencias médicas y no deberían ser tomados a la ligera. Debería dirigirse inmediatamente a un hospital y recibir cuidados de emergencia antes de empezar a utilizar los medicamentos sin receta o los remedios caseros. Estos medicamentos y remedios sólo son un complemento a los cuidados médicos y sólo deberían usarse tras consultar con su médico.

Referencias:

1. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000713.htm

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