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El dolor pélvico casi siempre está acompañado de sensibilidad pélvica. Los estudios demuestran que las personas que padecen de síndrome de dolor pélvico crónico son más propensas a la sensibilidad en la pelvis que aquellas que no tienen dolores pélvicos. La sensibilidad pélvica puede deberse también a abscesos pélvicos o estar causada por contusiones debidas a una actividad física extenuante. Las actividades de alto nivel a veces pueden provocar hematomas en la zona pélvica provocando sensibilidad. Los culturistas o deportistas profesionales a veces tienen este problema.

La sensibilidad pélvica debida al dolor pélvico puede surgir por muchas razones. Puede estar causada por una inflamación o infección. Puede ocurrir en cualquier parte de la zona pélvica, que son los órganos reproductores, la vejiga, el apéndice o los intestinos. Hay muchas enfermedades que tienen el dolor y la sensibilidad pélvica como síntoma, estas son:

• Síndrome del Intestino Irritable: El SII causa una sensación parecida a calambres en el abdomen inferior, provocando que la zona pélvica se inflame y se vuelva sensible.
• Diverticulitis: Es un problema en el que se forman pequeñas bolsas en el revestimiento del colon o el intestino grueso y sobresalen por puntos débiles. Normalmente la diverticulitis no va acompañada de ninguna sensación de incomodidad, aunque puede haber dolor abdominal de vez en cuando. La señal más común de este problema es la sensibilidad en la zona pélvica.
• Piedras en los Riñones o la Vejiga: Puede ser extremadamente doloroso. Las piedras en el riñón pueden causar dolor pélvico grave así como sensibilidad.
• Espasmos o Esguinces Musculares: La mialgia de tensión del suelo de la pelvis es un problema en el que los músculos de la pelvis alrededor de la vagina y el ano sufren espasmos. Esto conlleva a una mayor sensibilidad de la zona.
• Enfermedades Inflamatorias Pélvicas: Se dan cuando hay una infección en las trompas de Falopio, el útero u otros órganos reproductores. Las EIP suceden cuando las bacterias ascienden del cérvix o la vagina de una mujer hacia los órganos reproductores. Esta enfermedad provoca que la zona pélvica se inflame y se vuelva más sensible.
• Infecciones Vaginales: Es un problema en el que la vagina se inflama y origina olores, flujos, picores o irritación. Estos síntomas a menudo conllevan dolor y sensibilidad pélvica.
• Enfermedades de Transmisión Sexual: Las ETS pueden ser de distintos tipos, pero muy a menudo la clamidia y la gonorrea pueden provocar sensibilidad y dolor pélvicos.
• Quistes Ováricos: Se refieren a las bolsas llenas de fluidos sobre o dentro de la superficie de un ovario. Estos quistes normalmente son inofensivos y no causan mayores incomodidades a la mujer; aunque los quistes que se rompen pueden plantear síntomas graves. Uno de los síntomas es un dolor pélvico intermitente o constante. El dolor y la sensibilidad empiezan justo antes de que el ciclo menstrual empiece o termine y también durante las relaciones sexuales.
• Embarazo: A veces causa dolores y sensibilidad pélvica. Esto puede suceder debido a la presión del peso del bebé, dolor del ligamento redondo, quistes ováricos funcionales, dolores de acomodación, articulaciones relajadas de la pelvis, estreñimiento, infecciones urinarias y/o contracciones de Braxton Hicks. Si el dolor pélvico está acompañado de fiebre y hemorragia, consulte con su médico inmediatamente.
  

Los calambres menstruales hacen referencia a dolores agudos que se dan en el abdomen inferior de la mujer, suceden cuando empieza el periodo menstrual y pueden prolongarse durante dos o tres días. Aunque el dolor se da en la zona del abdomen inferior, las zonas subyacentes a veces también tienden a doler y sentirse sensibles. Debería consultar con su médico inmediatamente si el dolor pélvico es repentino, intenso y hace que se encoja de dolor.

Aparte de estas causas, el dolor y la sensibilidad pélvica pueden deberse también a la endometriosis, adhesiones pélvicas y la vulvodinia.

El tratamiento para el dolor y la sensibilidad pélvica dependerá del diagnóstico del problema causante, la gravedad del dolor y la frecuencia con que ocurre. Se deberá llevar a cabo pruebas médicas para precisar la razón exacta del problema.

Referencia

1. http://www.biomedcentral.com/1471-2490/7/17

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