Costra Láctea

La costra láctea es una afección común en los recién nacidos que se asemeja a la caspa, pero es completamente inofensiva. La aparición de la costra láctea en los bebés varía. Su bebé puede tener la piel seca y escamosa en el cuero cabelludo que se verá como si fuera caspa. La zona afectada también puede lucir grasosa y de color amarillento o color marrón. Puede ser espesa, escamosa o parches de costras sobre el cuero cabelludo. La costra láctea se puede propagar del cuero cabelludo hasta alrededor de las cejas del bebé, hacia las axilas, orejas y otras áreas del cuerpo donde hay pliegues. Cuando la costra láctea se propaga a otras partes del cuerpo, además del cuero cabelludo, se conoce médicamente como dermatitis seborreica.

No se conocen las causas exactas de la costra láctea, pero algunos expertos son de la opinión de que durante el último trimestre, las hormonas de la madre sobre estimularon las glándulas productoras de aceite del bebé, lo que lleva al desarrollo de esta condición en los primeros meses después del nacimiento. La costra láctea se presenta en los primeros meses en los bebés y normalmente desaparece por sí sola un plazo de seis a doce meses. Sin embargo, en algunos bebés, la costra láctea podría durar años.

La costra láctea puede persistir en los primeros años de vida o en algunos casos puede incluso estar presente en los adultos, también se conoce esta condición eczema seborreica. En los adultos, el problema puede comenzar con una aparición repentina de caspa y eventualmente agravar la condición como piel escamosa en el cuero cabelludo, cejas, pliegues de la piel y otras áreas del cuerpo. La piel infectada se irrita, da comezón, se abre y sangra con facilidad cuando se frota demasiado fuerte. Algunos de los síntomas de la enfermedad en adultos son similares a las alergias en la piel.

Síntomas de la Costra Láctea

La costra láctea en los bebés se conoce como dermatitis seborreica infantil. Puede identificar los síntomas fácilmente en el cuero cabelludo y otras partes del cuerpo que secretan más grasa.

El síntoma más sobresaliente en el inicio de la enfermedad es la aparición de erupciones cutáneas escamosas, rojas en el cuero cabelludo.
El progreso de la aparición de escamas rojas para formar una placa amarillenta que comienza a acumularse y se parecen costras fijas a la piel sobre el cuero cabelludo.
Puede ver la capa amarilla en varias áreas o cubrir totalmente el cuero cabelludo.
Las erupciones pueden propagarse a otras partes de la piel que secretan más grasa, como la piel en la parte posterior de las orejas, párpados, cejas, en la axila y en la ingle. Esta es una enfermedad relacionada y que se conoce como dermatitis seborreica.
El bebé puede sufrir pérdida de cabello temporalmente en las zonas afectadas.
La gruesa capa amarillenta que cubre el área se torna escamosa en unas cuantas semanas o meses y se desprende poco a poco conforme crece el bebé y las glándulas sebáceas comienzan a funcionar normalmente.
La enfermedad puede repetirse en algunos bebés. En algunas ocasiones una posible infección bacteriana secundaria puede ocasionar que la piel se inflame y cause comezón.
La costra láctea en los adultos es un tipo de inflamación de la piel y se conoce como dermatitis seborreica o eczema seborreica. Se observa que es más común que se presente en hombres y en adultos jóvenes, en su mayoría menores de cuarenta años de edad. Las áreas del cuerpo que se ven afectadas por esta condición son las zonas grasosas del cuerpo que producen el sebo.
La caspa es la descamación de la piel a causa de la dermatitis seborreica y generalmente es uno de los primeros síntomas de la enfermedad.
Se pueden desarrollar manchas leves en el área de la piel con escampas en la cara y el cuero cabelludo y algunas ocasiones causa comezón.
Las erupciones pueden desarrollarse con manchas redondas u ovaladas. También puede experimentar costras de color amarillo o marrón en su parte superior, mismas que pueden causar comezón y dolor.
La erupción de color rojo puede afectar la cara, cuello, axilas y las ingles si la enfermedad empeora.

Causas de la Costra Láctea

Aunque aún se desconoce la causa de la costra láctea, los investigadores opinan que la enfermedad de los bebés es el resultado de la producción excesiva de grasa de las glándulas sebáceas del bebé. Esto podría causar que la piel se nuera y se acumule la grasa y se adhiera al cuero cabelludo.
En los adultos, la afección se denomina dermatitis seborreica y las causas difieren de las de los bebés. La afección puede ser hereditaria u ocurre en familias.
La dermatitis seborreica aparece en la infancia y desaparece antes de la pubertad, situación por la cual la enfermedad se ha relacionado con alteraciones hormonales.
Las hormonas de la madre permanecen en la sangre del bebé en los primeros meses después del nacimiento. Estas hormonas ocasionan una sobreactividad de las glándulas sebáceas en la piel del bebé, las cuales liberan una sustancia grasosa que ocasionan que las células muertas se adhieran al cuero cabelludo conforme se tratan de secarse y desprenderse.
La enfermedad en adultos es un trastorno que se relaciona con un hongo en la piel, también conocido como Malassezia. Se comenta que un aumento anormal del hongo en el cuerpo está vinculado con problemas de la piel.
En adultos, el incremento del estrés emocional, así como humedad son factores que desencadenan el problema.
Trastornos neurológicos como la epilepsia y la enfermedad de Parkinson comparten un vínculo, aunque no se ha descifrado el misterio detrás de esta relación.
Las enfermedades de inmunodeficiencia como el VIH o el SIDA puede causar dermatitis seborreica en adultos jóvenes.

Remedios para la Costra Láctea

La costra láctea es inofensiva, así es que el mejor remedio es esperar que se cure sola. Algunos remedios caseros para la dermatitis seborreica pueden acelerar el proceso, pero se necesitará tiempo para ver resultados. A continuación presentamos algunos remedios caseros que son comúnmente utilizados por las personas que padecen esta enfermedad, sin embargo, no deben aplicarse sin consultar a un médico. Los remedios caseros no pueden recomendarse como un tratamiento y siempre debe consultar a un médico antes de probar cualquier remedio casero, especialmente en los niños.

Puede lavar con champú el cabello de su bebé varias veces que se desprendan las escamas. Sin embargo, las lavadas muy frecuentes pueden ocasionar que las glándulas sebáceas trabajen más y así agravar la situación. Lavar con champú solo tres veces a la semana funciona muy bien.
El bicarbonato de sodio es considerado como uno de los remedios naturales más eficaces contra la costra láctea. Una solución diluida de bicarbonato de sodio puede ser una cura. Diluir una cucharadita de bicarbonato de sodio en medio vaso de agua, tallar suavemente las zonas afectadas y así reducirá la descamación y ayudará que se desprendan fácilmente.
También puede preparar una pasta con el bicarbonato de sodio y aplicarla sobre las zonas afectadas durante 10 minutos y después lavar con un champú ligero. Este proceso suavizará las escamas y podrá retirarlas con un cepillo de cerdas muy suaves, como el cepillo de dientes.
Algunas personas recomiendan aplicar un poco de aceite vegetal como el aceite de oliva y aceite de coco sobre el cuero cabelludo como una cura para la costra láctea; dejarlos durante unos quince minutos y después lavarlo. El aceite suaviza las escamas y ayuda a que se desprenda con facilidad durante el lavado.
La aplicación de aceite de lavanda o cremas con cortisona en la zona afectada reduce la inflamación del cuero cabelludo del bebé.
Esteroides suaves o cremas anti hongos también funcionan para el tratamiento de la costra láctea.
Para niños mayores, puede utilizar champú contra la caspa y seborrea para lavar la región.
Para la costra láctea facial, use un champú para bebé diluido para limpiar la zona. Diluir 2-3 gotas de champú en una taza de agua tibia para limpiar la zona.

Dieta para la Costra Láctea

La costra láctea no es una enfermedad de deficiencia y por lo tanto no hay una dieta especial que pueda curar la costra láctea. Sin embargo, ciertos hallazgos son indicativos de las cualidades curativas de los alimentos ricos en biotina, una vitamina del complejo b.

La biotina, es una vitamina de las menos conocidas de la familia de complejos de vitamina B, se dice que es ideal para curar totalmente la piel, el cabello y problemas en las uñas. La vitamina se encuentra en abundancia en fuentes de alimentos como la yema de huevo, aves, semillas y frutos secos. La biotina apoya la salud de la piel a través de la producción de la grasa adecuada, el uso eficiente de azúcar y un suministro de energía adecuado para las células nerviosas.

Además de la biotina, se incluir en la dieta suplementos de aceite de pescado, zinc, selenio y vitamina del complejo B para los adultos que padecen de la enfermedad. Se comenta que el ácido fólico y la vitamina B12 pueden ayudar a tratar el problema de seborrea en el cuero cabelludo de adultos.

Para las madres que están amamantando y que padecen la enfermedad, lo mejor es seguir una dieta rica en proteínas, hierro y vitaminas. Los huevos, diferentes variedades de pescado, semillas, frijoles y legumbres son buenas fuentes de proteína. Aparte de los alimentos naturales, se debe agregar a su dieta alimentos cultivados como el yogur para mejorar la digestión.

Sugerencias para la Costra Láctea

La mayoría de las madres prefieren usar tratamientos naturales para curar el problema de costra láctea en su bebé. Se sugiere que aplique un poco de aceite natural tibio, como aceite de oliva, almendras, aguacate y albaricoque sobre el cuero cabelludo del bebé y dejarlo toda la noche. Puede utilizar un cepillo de cerdas muy suaves para limpiar el cuero cabelludo del bebé al día siguiente y utilizar un champú ligero para retirar el exceso de grasa. También puede agregar el aceite aceite mineral en el agua del baño del bebé y remojar la zona durante diez minutos, después puede frotar suavemente de las escamas con una toallita para bebés y con champú para bebés.

Referencias

David A Fenton, Trastornos del cabello y el cuero cabelludo, Medicina, Volumen 32, Edición 12, 1 Diciembre 2004, Páginas 26-31, ISSN 1357-3039, 10.1383/medc.32.12.26.55393.