Ictericia

La ictericia es un síntoma que puede desarrollarse como parte de varias enfermedades. Se refiere a la decoloración amarilla de la piel y los glóbulos oculares. Esto sucede cuando los niveles del químico bilirrubina se incrementan en el riego sanguíneo. El aumento leve de los niveles de bilirrubina provoca que la piel se vuelva amarilla. Cuando los niveles de bilirrubina son muy altos, la piel toma una tonalidad marrón o amarillo. La ictericia está clasificada en tres tipos principales, hepatocelular, hemolítica e ictericia obstructiva. La ictericia hepatocelular sucede cuando una lesión o enfermedad afecta al hígado. La ictericia hemolítica se desarrolla cuando el metabolismo de los glóbulos rojos tiene lugar a un ritmo acelerado. La ictericia obstructiva es el resultado del bloqueo de los canales que transportan la bilis entre el hígado, la vesícula y el intestino delgado. Dicha obstrucción no permite que la bilirrubina salga del hígado y esto provoca la ictericia.

Síntomas de la Ictericia

El más destacable de los síntomas de la ictericia es la coloración amarilla de la piel y de los glóbulos oculares. Esta decoloración es discernible primero en la zona facial y después se extiende por el cuerpo. Algunos de los otros síntomas comunes de la ictericia incluyen:

Cansancio
Picor
Pérdida de apetito
Pérdida de peso
Incomodidad abdominal, en caso de obstrucción del conducto biliar
Náuseas
Vómitos
Letargo
Heces de color blanquecino
Fiebre
Orina de color amarillo oscuro
Sabor amargo en la boca

La ictericia comúnmente se desarrolla en bebés, normalmente poco después del nacimiento. Los infantes afectados por la ictericia pueden mostrar una piel amarillenta, pero es difícil de identificar porque los tonos dérmicos de los bebés son diferentes de los adultos. Normalmente se realizan pruebas de ictericia 36 horas después del nacimiento. Se puede saber si el bebé tiene ictericia presionando suavemente en la frente del bebé. Si la piel aparece amarilla en la zona presionada, es posible que el bebé tenga ictericia. En caso de aparición de otros síntomas como llantos persistentes, languidez y poca alimentación, es importante que el bebé reciba cuidados médicos.

Causas de la Ictericia

La ictericia ocurre normalmente cuando un problema subyacente afecta los niveles de bilirrubina en la sangre. En algunos casos, el hígado es incapaz de eliminar la bilirrubina, mientras que en otros casos la bilirrubina puede acumularse en los tejidos. Algunos de los trastornos subyacentes que pueden resultar en bilirrubina incluyen:

Inflamación del hígado: Cuando el hígado se inflama, puede ser incapaz de eliminar la bilirrubina.
Inflamación del conducto biliar: El conducto biliar es por donde pasa la bilis. La inflamación aguda del conducto biliar puede impedir la manera en que se segrega y elimina la bilirrubina.
Obstrucción del conducto biliar: El hígado es incapaz de eliminar la bilirrubina adecuadamente cuando hay bloqueos en el conducto biliar.
Anemia hemolítica: El metabolismo acelerado de los glóbulos rojos conlleva una producción aumentada de bilirrubina.
Síndrome de Gilbert: Es un problema que afecta al funcionamiento de las enzimas, resultando en una excreción inadecuada de la bilis. El síndrome de Gilbert es un trastorno hereditario.
Coléstasis: En este problema queda afectado el paso de la bilis, provocando que se acumule en el hígado.

También hay algunos trastornos raros que pueden causar la ictericia. Estos incluyen:

Síndrome de Crigler-Najjar: Es un problema genético que afecta a ciertas enzimas involucradas en el procesamiento de la bilirrubina
Síndrome de Dubin-Johnson: Otro trastorno hereditario que interrumpe la eliminación de bilirrubina de las células hepáticas
Pseudo-ictericia: Este problema ocurre debido a un aumento de los niveles de beta-caroteno. Principalmente se da por un consumo aumentado de alimentos que contienen el nutriente beta-caroteno. Es un problema inofensivo y no está asociado a niveles altos de bilirrubina.

Remedios caseros para la Ictericia

El tratamiento de la ictericia normalmente empieza tras el diagnóstico de la causa subyacente. El tratamiento entonces estará dirigido a resolver la causa subyacente. La ictericia que resulta de la anemia puede tratarse elevando los niveles de hierro en la sangre a través de suplementos de hierro o mediante el consumo de alimentos ricos en hierro. La ictericia inducida por hepatitis puede tratarse con medicamentos antivirales. Puede ser necesaria cirugía en casos en que el problema se desarrolla como resultado de obstrucciones. En algunos casos, la ictericia puede incluso desarrollarse como resultado de un efecto secundario de ciertos medicamentos. En tales casos, la ictericia puede tratarse alterando la dosis o cambiando el medicamento.

El tratamiento médico sin embargo es fundamental, no sólo para el tratamiento, si no más importante, para un diagnóstico preciso de las causas subyacentes, de modo que facilite un tratamiento adecuado. Los remedios caseros y las modificaciones del estilo de vida son, sin embargo, un aspecto importante del tratamiento y del proceso de recuperación. También puede intentar usar otros métodos naturales que se cree que ayudan en el tratamiento de la ictericia, pero no todos los métodos han sido probados científicamente, así que tome precauciones. Algunos de los remedios naturales más comunes de la ictericia incluyen:

Hojas de Rábano: Puede extraer el jugo de hojas verdes de rábano y beberlo diariamente. Esto ayuda a regular la incomodidad abdominal y también mejora el apetito. Este tratamiento puede continuarse durante 8 o 10 días.
Tomates: Añada un poco de pimienta y sal en zumo de tomate fresco y bébalo cada mañana. El licopeno del tomate puede ayudar a reducir los daños en el hígado e incluso facilitar la recuperación.
Hojas de Trichosanthes cucumerina: Añada unas hojas secas de trichosanthes cucumerina en agua hirviendo. Después hierva semillas de cilantro en agua hasta que se reduzca un tercio de la cantidad. Combine las dos decocciones y bébalo tres veces al día.
Almendras: Empape 7 u 8 almendras en agua y déjelo toda la noche. Pele las almendras, muélalas hasta hacer una pasta y consúmala. También puede consumir almendras con dátiles secos y cardamomos. Los dátiles y los cardamomos deben empaparse en agua durante la noche.
Hojas de Guandul: Se sabe que el jugo obtenido de las hojas de guandul ayuda en el tratamiento de la ictericia. Extraiga el jugo y beba en pequeñas dosis a diario.
Jugo de Caña de Azúcar: Estruje media lima en un vaso de jugo de caña de azúcar y beba dos o tres veces al día. Es un remedio popular para la ictericia que se sabe que acelera la recuperación. Asegúrese de que el jugo no está contaminado en modo alguno. Es mejor preparar el jugo en casa después de limpiar la caña de azúcar minuciosamente.
Zumo de Limón: Disuelva el zumo de limón en agua y beba frecuentemente durante el día. Esto ayudará a proteger las células hepáticas.
Agua de Cebada: Otra cura natural muy popular para la ictericia es el agua de cebada. Añada una taza de cebada en unos tres litros de agua y hierva a fuego lento durante un par de horas. Bébalo frecuentemente durante el día para aliviar la ictericia.
Berberis Vulgaris: Esta hierba también se conoce como baya de la ictericia y a menudo se recomienda a quienes padecen ictericia. El jugo o extracto de esta hierba puede consumirse diariamente.
Cúrcuma: Añada un cuarto de cucharadita de polvo de cúrcuma en agua tibia y beba dos veces al día.
Hojas de Papaya: Muela algunas hojas de papaya tierna hasta formar una pasta Combine la pasta con media cucharadita de miel y consuma.
Jengibre: Extraiga el jugo de un trozo de jengibre, combínelo con zumo de lima y jugo de menta y consúmalo varias veces al día.
Suero de Manteca: Añada una pizca de semillas de comino tostadas y un poco de sal en suero de manteca y consuma. Esto ayuda a una digestión adecuada y es beneficioso para el hígado.
Grosella Espinosa: La grosella espinosa, útil tratamiento natural para la ictericia, puede consumirse diariamente junto con agua.
Orégano: Añada un par de cucharaditas de orégano en una taza de agua y hiérvala. Hierva a fuego lento durante unos diez minutos y después escurra. Consuma esto de forma regular para aliviar los síntomas de la ictericia.

Dieta para la Ictericia

Una dieta adecuada y un descanso correcto son fundamentales para recuperarse de la ictericia. A continuación encontrará algunos consejos dietéticos útiles para los afectados por ictericia:

Una buena ingesta de fluidos ayuda a eliminar el exceso de bilirrubina del cuerpo a través de la orina y las heces. Asegúrese de beber agua limpia y no contaminada. Los zumos de verduras y frutas también son beneficiosos ya que ayudan a regular el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. Evite los zumos enlatados. Normalmente se recomienda una dieta líquida los primeros 4 o 5 días. Debe evitarse completamente el alcohol ya que puede afectar al hígado gravemente.
Una vez los niveles de bilirrubina empiecen a disminuir, pueden añadirse alimentos ligeros a la dieta como frutas, gachas y yogur. También puede consumir verduras como espinacas y zanahorias. Algunas cantidades de proteínas magras ayudarán en la recuperación y por tanto también puede consumir huevo. Es recomendable dividir las comidas en porciones más pequeñas y comerlas frecuentemente durante el día. Evite comer alimentos aceitosos y picantes. También debe evitar los alimentos azucarados, los edulcorantes artificiales y la cafeína.
Cuando los niveles de bilirrubina se reduzcan a lecturas normales, puede añadir alimentos como arroz, lentejas o pescado en la dieta. Asegúrese de que no utiliza aceite para cocinar los alimentos. Puede comer el pescado hervido o al vapor. Evite comer carne o aves ya que son difíciles de digerir.
Una vez los síntomas decaigan y su médico lo apruebe, puede comer alimentos cocinados con aceite de oliva. Pero intente evitar los alimentos ricos en colesterol y los que son difíciles de digerir. El cuerpo necesita tiempo para recobrar el funcionamiento normal.

Sugerencias para la Ictericia

La mejor manera de prevenir la ictericia en los bebés es asegurarse de que están suficientemente alimentados. Los bebés amamantados suelen alimentarse entre 8 y 12 veces al día durante los primeros días tras el nacimiento. En caso de bebés alimentados con biberón, se recomienda darles entre un cuarto y medio litro durante la primera semana.

Referencias

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