Síndrome de las Piernas Inquietas



El síndrome de las piernas inquietas es un problema neurológico que afecta a las piernas. Va acompañado de una sensación de incomodidad cuando está tumbado o sentado. El sentimiento de inquietud desaparece una vez se pone en pie y camina, pero sólo temporalmente. El trastorno puede ocurrir a cualquier edad y se sabe que empeora con el envejecimiento. Las mujeres son más propensas al síndrome de las piernas inquietas que los hombres. El problema a menudo dificulta el sueño adecuado y puede conllevar somnolencia y cansancio durante el día. Esto puede tener efectos en el funcionamiento diario. Hay medicamentos que ayudan a tratar el síndrome de las piernas inquietas. Se sabe que los cambios en el estilo de vida y tratamientos naturales sencillos ayudan a aliviar los síntomas.

Síntomas del Síndrome de las Piernas Inquietas

El síndrome de las piernas inquietas está caracterizado por ciertas sensaciones desagradables en los muslos, pantorrillas, pies y brazos. Estas sensaciones incluyen:

  • Cosquilleos
  • Calambres
  • Estirones
  • Tensión en los músculos
  • Picor
  • Ardor
  • Dolor

En muchos casos, las sensaciones no se pueden describir correctamente. La mayoría de personas dicen que no es tanto un calambre o dolor muscular, sino una necesidad de mover las piernas. Los síntomas tienden a variar de moderados a graves. A veces los síntomas pueden incluso desaparecer durante largos periodos de tiempo.

Hay ciertos patrones de síntomas que las personas afectadas indican normalmente. Estos incluyen:

  • Los síntomas tienden a comenzar tras sentarse o tumbarse durante un largo periodo de tiempo, como durante un viaje.
  • La inquietud normalmente disminuye cuando se mueve las piernas. La mayoría de personas alivian sus síntomas haciendo estiramientos, caminando o haciendo ejercicio.
  • Los síntomas son moderados durante el día y empiezan a empeorar en la noche.
  • El trastorno se asocia a menudo con un problema conocido como movimientos periódicos de las piernas durante el sueño. Esto lleva a un estiramiento o flexión involuntarios de las piernas durante el sueño. Las personas con síndrome de las piernas inquietas también pueden experimentar estos síntomas mientras están despiertos.

Muchas personas con síndrome de las piernas inquietas no buscan atención médica ya que sienten que sus síntomas son muy vagos. También algunos doctores asocian estos síntomas con el insomnio o el estrés. Lentamente, el síndrome de las piernas inquietas recibe un aumento de atención hoy en día y esto ha hecho que haya un mayor nivel de atención sobre este problema.

Causas del Síndrome de las Piernas Inquietas

En muchos casos se desconocen las causas del síndrome de las piernas inquietas. Un desequilibrio en los niveles del agente químico cerebral llamado dopamina puede estar involucrado, dado que éste transmite las señales para regular los movimientos musculares. Los siguientes factores también pueden jugar un papel en la aparición del síndrome de las piernas cansadas:

  • Herencia: En casi la mitad de las personas afectadas por el síndrome de las piernas inquietas se ha visto que el problema tiene antecedentes en la familia. En este caso especialmente el trastorno empieza en edades tempranas. Por tanto, ciertos genes pueden ser responsables de la predisposición del individuo al problema.
  • Embarazo: Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas pueden empeorar durante el embarazo o cuando hay cambio hormonales en el cuerpo. El problema también puede ocurrir por primera vez en mujeres embarazadas, principalmente durante los últimos tres meses del embarazo. En muchos casos, los síntomas desaparecen tras el parto.
  • En algunos casos, el síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado a otros problemas como la neuropatía periférica, en la que hay daños en los nervios de las manos y los pies debido a problemas crónicos como la diabetes. El déficit de hierro también puede agravar el síndrome de las piernas inquietas. Otro problema relacionado al trastorno es la insuficiencia renal. El mal funcionamiento de los riñones puede llevar a un exceso de acumulación de hierro en la sangre, y esto puede empeorar el síndrome de las piernas inquietas.
  • El síndrome de las piernas inquietas puede ocurrir durante la niñez, y muchos individuos que desarrollan el problema durante la edad adulta informan que han tenido dolores de crecimiento siendo niños.

Remedios para el Síndrome de las Piernas Inquietas

Los cambios del estilo de vida son el mejor remedio natural para el síndrome de las piernas inquietas. Éstos ayudan a aliviar los síntomas reduciendo el exceso de actividad en las extremidades. Algunos métodos comunes para conseguir alivio del síndrome de las piernas inquietas incluyen:

  • Los medicamentos para el dolor sin receta pueden ayudar a aliviar el dolor, los calambres y otras sensaciones. Estos son útiles, sobretodo, cuando se dan síntomas moderados.
  • Una de las mejores curas naturales para el síndrome de las piernas inquietas es un baño caliente. Sumerja las piernas en agua templada y masajéelas suavemente. Esto ayudará a relajar los músculos de las piernas.
  • Las compresas templadas o frías son muy efectivas para relajar las piernas inquietas. Puede incluso alternar tratamientos de frío y de calor. Esto aliviará la sensación desagradable de sus piernas.
  • Las técnicas de relajación también son un tratamiento natural excelente para el síndrome de las piernas inquietas. Pruebe el yoga, ejercicios de respiración o la meditación. Dado que el estrés puede agravar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, estas técnicas le ayudarán a proporcionar alivio. Es recomendable probarlos de noche, antes de irse a la cama.
  • Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas probablemente empeoren cuando está cansado. Por tanto, es importante conseguir un sueño adecuado durante la noche. Asegúrese de que su entorno para dormir es fresco, pacífico y cómodo. Mantenga un horario de sueño regular e intente irse a la cama y despertarse cada día a la misma hora.
  • El ejercicio es uno de los mejores remedios caseros para el síndrome de las piernas inquietas. Haga ejercicio regular y moderado a diario. Sin embargo, intente no hacer demasiado ejercicio ya que puede empeorar los síntomas.
  • Evite beber bebidas con cafeína ya que se sabe que esto ayuda a aliviar los síntomas.
  • Restrinja su ingesta de alcohol, y si es fumador, ésta es una razón más para dejar el hábito. Tanto el consumo de alcohol como el tabaco pueden disparar y empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas.
  • Manténgase mentalmente alerta en el anochecer, ya que la somnolencia puede agravar los síntomas. Realice actividades que le mantengan estimulado mentalmente. Esto puede ayudar a reducir los síntomas.
  • Muchas personas con síndrome de las piernas inquietas suelen tener los pies fríos. Sería buena idea llevar calcetines por la noche. También manténgase caliente durante los meses de invierno.
  • Coloque una almohada entre sus piernas mientras duerme para evitar la compresión de los nervios de las piernas.
  • Cambie sus posturas al dormir ya que los síntomas pueden empeorar si duerme en una sola posición durante la mayor parte del tiempo.
  • La hierba del castaño de indias es conocida por ayudar a tratar el síndrome de las piernas inquietas ya que mejora la circulación sanguínea en las piernas.
  • La hierba de la valeriana estimula un mejor sueño y por tanto puede usarse para tratar el problema.

Dieta para el Síndrome de las Piernas Inquietas

A continuación encontrará algunos consejos dietéticos útiles para el síndrome de las piernas inquietas:

  • Incluya alimentos ricos en folato en su dieta. Algunos ejemplos de alimentos ricos en folato son las espinacas y los espárragos.
  • La dieta para el síndrome de las piernas inquietas debe incorporar productos integrales como cereales para el desayuno y pan integral.
  • Aumente su consumo de huevos. Sin embargo, consulte con su médico antes de hacerlo ya que los huevos pueden aumentar los niveles de colesterol.
  • Incluya hígado en su dieta, ya que es una valiosa fuente de folato.
  • Divida su comida en porciones más pequeñas que pueda comer frecuentemente durante el día. Esto garantizará un suministro estable de nutrientes.
  • Incluya alimentos beneficiosos como cereales integrales, verduras, pescado, nueces, semillas y fruta fresca. Elija alimentos crudos y frescos en lugar de alimentos refinados o procesados.
  • Evite los alimentos con azúcares, la harina refinada y el alcohol.
  • Los déficits de vitamina B12 y calcio pueden agravar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Trate de aumentar su consumo de estos nutrientes en su dieta. En caso de que no pueda conseguir una nutrición adecuada en su dieta diaria, hable con su médico acerca del consumo de suplementos.
  • El sobrepeso o la obesidad pueden contribuir a agravar los síntomas del síndrome. Mantenga un cuerpo saludable consumiendo alimentos nutritivos y bajos en calorías.
  • Debe combinar una dieta saludable con el ejercicio regular moderado para una gestión efectiva del trastorno.

Sugerencias para el Síndrome de las Piernas Inquietas

Dado que el síndrome de las piernas inquietas es un problema de por vida, debe gestionarse de la mejor manera posible. A continuación encontrará algunas maneras para lidiar con el problema:

  • Comparta su experiencia con familiares, amigos cercanos y colegas. Esto les permitirá entender sus síntomas mejor y qué necesita para aliviarlos.
  • No resista la necesidad de mover las piernas, ya que eso sólo puede empeorar los síntomas. Si experimenta inquietud, levántese y camine. Asegúrese de para frecuentemente mientras viaja.
  • Escriba qué medicamentos y técnicas le funcionan mejor. Tome nota también de los que agravan el problema. Esto le ayudará a usted y a su doctor a entender el trastorno mejor.
  • Mantenga su escritorio elevado en su lugar de trabajo para estar erguido mientras trabaja.
  • Realice ejercicios de estiramiento sencillos y masajes por las mañanas y las noches.
  • Incremente su conciencia sobre el trastorno y las distintas maneras de lidiar con él uniéndose a grupos de ayuda.